Desde pequeño tenía una pasión por el canto, sus comienzos fueron a través de unos casting que hizo cuando era aun un niño. Participó en varios programas de televisión cantando rancheras y música mexicana.

Entre aquellos programas, el que mejores recuerdos guarda es el Japening con ja, en la época que trabajaba Gloria Benavides y Maitén Montenegro, recuerda que eran 3 hombres en el coro: Luis Jara, Genaro y Jorge Valdivia.

También en aquella época trabajó en diferentes circos: Los Tachuela, Circo Hércules, El Royal, entre otros.

Siendo un joven su faceta la llevó a diferentes locales nocturnos como:

Las Teteras de los Andes, Galixia en Blanco Escalada, Maxim en Av. Matta, entre otros.

Ese fue el tiempo que empezó a conocer la bohemia, compartía escenarios con varios artistas reconocidos en aquella época como Luis Alberto Martínez, Ramón Aguilera, Lucho Barrios, etc…

Poco a poco la bohemia nocturna lo llevó a los vicios, cuenta: empecé al principio con el alcohol.

En ese momento me casé y al poco tiempo me involucré con las drogas, ya no cantaba para mantener a mi familia, sino cantaba para consumir. Después de eso perdí todos los contactos de mis trabajos y me enganché muy fuerte en las drogas.

Lo peor fue cuando conocí la pasta base, tenía como 26 años, sinceramente estaba perdido, como dice el Salmo 91 es como la peste destructora, destruye trabajo, familia y todo lo que está a tu alrededor.

En ese tiempo empiezo a conocer al Señor, pero era difícil, seguía haciendo igual lo que no era bueno a la vista de Dios, Creía en Él pero igual fumaba y tomaba.

En un momento de ese tiempo viajo a España, diciendo a mi familia que iba por trabajo, pero era mentira porque iba a robar, y como es lógico caigo preso en España en la cárcel de Carabanchel. Esos fueron meses muy duros, pasé navidad y año nuevo encerrado.

En el año que Iván Zamorano salió campeón en Real Madrid, estando yo preso en la cárcel, Zamorano visitó a los chilenos que estaban en prisión. En ese momento me di cuenta que había tomado otro camino, no era lo que llenaba mi corazón.

 

Después llegué a Chile consumiendo drogas más fuertes, estando a punto de perder mi familia <Esa alabanza de Maldita droga cuenta cuando mi esposas empezaba a llorar y a volverse como loca al verme metido en la pasta base> en ese instante viene el cambio a mi vida, acepté que el único que puede cambiar mi vida es Jesucristo.

Ingresé a un centro de rehabilitación, me predicaron la palabra y empieza a cambiar mi vida. Acepto a Cristo en mi corazón y empiezo ir a la iglesia y a congregarme, vi que había una vida nueva en Cristo Jesús y empecé a cantarle al Señor, Hasta el día de hoy.

Doy gracias a Dios quien me ha colmado de bendiciones y me ha guiado por la vida, llevándome a predicar el evangelio a las almas que se encuentran sufriendo por causa del alcohol y la droga.

QUE DIOS TE BENDIGA Y TE CUIDE…AMEN…